Querido amigo:
Vamos a experimentar. Vamos a descubrirnos un poco mejor. Nos propondremos un reto: desoxidar la fantasía. ¿No te gustaría volver a sentir que todo es posible -como en tu infancia-?
La fantasía forma parte de nuestros mecanismos mentales, mas la sociedad tiende a burlarse de ella... estar en Babia, estar en las nubes, etc... Sin embargo, si miramos a nuestro alrededor encontraremos por doquier los dulces frutos de la fantasía.
¿Por qué erradicar la fantasía de nuestra inteligencia? Desde luego que la fantasía sin control puede dificultar nuestra convivencia en sociedad, pero en dosis más o menos generosas la fantasía nos humaniza y nos hace más felices.
El experimento consiste en entregarnos un tiempo cada día a brujas y lobos, hadas, duendes, alfombras voladoras, romances, inventos, aventuras en tierras ignotas... Dentro de unos días se nos revelaran interesantes conclusiones; contemplaremos el mundo desde más altura, pues fantasear es una de las mejores gimnasias mentales.
Un abrazo
domingo, 26 de septiembre de 2010
sábado, 25 de septiembre de 2010
Nuevo mundo
Querido amigo:
Me gustaría invitarte a imaginar un mundo diferente. ¿No crees que el actual puede aún evolucionar mucho a una sociedad más ecuánime? Efectivamente, hasta hoy todo se ha medido en términos pecuniarios, quedando a oscuras todo aquello que el dinero no sabe evaluar: sentimientos, emociones, paisajes, tradiciones, artesanías, etc...
Me gustaría invitarte a imaginar un mundo diferente. ¿No crees que el actual puede aún evolucionar mucho a una sociedad más ecuánime? Efectivamente, hasta hoy todo se ha medido en términos pecuniarios, quedando a oscuras todo aquello que el dinero no sabe evaluar: sentimientos, emociones, paisajes, tradiciones, artesanías, etc...
No faltarán ocasiones en la vida en las que nos sintamos víctimas del dinero, porque como personas vivimos entre pasiones y sentimientos que los intereses económicos ignoran, no entienden, ya que la rentabilidad y las emociones hablan distintas lenguas.
Amigo mío, imaginemos juntos un mundo en el que reemplacemos la rentabilidad por la solidaridad; la inversión por la esperanza; los intereses por la ilusión; las cuentas bancarias por nombres propios; los réditos por sonrisas...
Un abrazo
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