jueves, 29 de julio de 2010

Libertad Joven

Querido amigo:

¿Es la libertad sólo para los jóvenes? Entendámonos, jóvenes como nosotros, que no perdemos la curiosidad. Jóvenes, en tanto que intentamos desafiar al miedo.

¿Es eso la libertad? ¿No temer a nada? ¡Qué difícil no temer a nada! ¿No tememos por la salud, por nuestros seres queridos, por que no se cumplan nuestros proyectos, a perderlo todo, etc...?

En verdad que nos resulta complicado vivir sin temores; gozar de la libertad en su plenitud. En realidad, si nadie nos importara, si viviéramos despreocupadamente sin ocuparnos de nada, acabaríamos en las redes de nuestro propio egoísmo. Por tanto, la plena libertad se halla inalcanzable, ya que somos espíritus con vocación al amor, lo que no nos deja indiferentes ante la realidad que nos rodea.

Sin embargo, jóvenes como somos, animados de una curiosidad sin fin, de sed de conocimiento, de amor, vivimos la libertad, por acercarnos a la verdad de la vida y a nuestro papel en ella. Los viejos, quienes han renunciado a seguir creciendo -independientemente de si tienen 20, 30 años..., o 90 años- no conocerán lo que la vida espera de ellos, ni siquiera lo que ellos esperan de la vida. Su prisión se la han levantado ellos mismos. Temen y temerán siempre a perder su engañosa "estabilidad". No son libres, pues viven atados a su propio inmovilismo. Así pues, amigo mío, la libertad atañe tan sólo a los jóvenes.

Un abrazo

miércoles, 28 de julio de 2010

Sentido del Humor

Querido amigo:

Muchas veces hemos ensalzado al amor como el arma más temida por el autoritarismo. Además del amor, existe otra amenaza frente al autoritarismo: el sentido del humor.

El autoritarismo domina con gritos, amenazas, sembrando el miedo. Ignora que el respeto no se impone, que el cariño no se fuerza, ni se compra, ni se alquila. La autoridad emana de la justicia y no de la sinrazón. Nadie nos puede obligar a amar a alguien.

El autoritarismo -que no la autoridad-, esto es el poder irracional, persigue al sentido del humor porque éste no teme, porque éste lubrica la verdad, y ésta resbala a campo abierto. El autoritarismo odia tanto al humor, que incluso lo ha extirpado de sí mismo.

El sentido del humor, la risa en concreto, nos libera de tal forma que encaramos con mayor confianza toda adversidad. El autoritarismo es una adversidad, y pugna contra toda libertad.

Un abrazo

lunes, 19 de julio de 2010

Humilde Silencio

Querido amigo:

No hay manifestación más sublime de la humildad como el silencio. Guardo silencio para prestar máxima atención a cuanto tienes que decirme. Callo también, cuando tus palabras no reflejan tus actos; y siempre que yerras, mi silencio fraterno me recuerda cuántas veces yerro también.

Mudo ante la vida, no anidan en nosotros palabras de censura, sino miradas de comprensión. Humilde silencio, que portas los ecos del alma. Nuestro silencio no miente, no es cobarde, afronta la verdad.

La humildad tiene su antagonismo en la hipocresía. Nuestro silencio meditado, acaricia al ser amado. Silencio, que procedente de lo hondo, ahondas más allá de las efímeras palabras. Silencio eterno, tan elocuente. Silencio sereno, cándido fruto de un espíritu en calma.

Un abrazo

domingo, 18 de julio de 2010

Simetría

Querido amigo:

Nos gusta la simetría, nos serena el orden que conlleva. El caos, el desorden, en cambio, nos fatiga e irrita. Nos apacigua la simetría en todos los órdenes: la justicia, el equilibrio, las relaciones, las formas, los jardines, ... Tendemos a alinear nuestras vidas con cierta armonía, y tal ha de ser equilibrada.

Sin embargo, a menudo las circunstancias socavan dicha armonía, quiebran la simetría. Entonces nos angustiamos hasta reparar los equilibrios entre los cuales nos sentimos seguros.

La Naturaleza, amigo mío, no se rige por cánones simétricos. La simetría es un ideal humano, que tiene un reflejo lejano en la Naturaleza; pero no es fiel a la Naturaleza. El cuerpo humano no es simétrico, ni hay simetrías en los reinos vegetal y mineral.

Tal vez hayamos de acostumbrarnos a ese desorden. Hemos, de hecho, de convivir en el desorden. Hay desórdenes tolerables, muy hermosos, y otros que no pueden soportarse. En la Naturaleza, el caos es sublime, maravillosamente enriquecedor. En las relaciones humanas, el caos es una tortura. El desasosiego que nos induce, nos llevará a perseguir el equilibrio. Las relaciones humanas, por ser humanas, son susceptibles de cambiarse, de equilibrarse.

Un abrazo

sábado, 17 de julio de 2010

Más cambios

Querido amigo:

Una vez más te propongo una reflexión sobre los cambios. ¿Cuál es su origen? En realidad, el origen es una combinación: cambiamos nosotros, como observadores, y cambia también lo observado.

Sin embargo, los cambios que experimentamos nosotros mismos, resultan harto más difíciles de detectar. Cuántas veces nos decepcionamos al volver a un lugar, tras larga ausencia, pues no creemos hallarlo tal y como lo evocábamos. ¿No admitimos que algo se ha transformado en nuestra mirada? ¿Que nuestra mirada no es eterna?

No obstante, hay lugares eternos. Aquellos que nos sobrecogen siempre. Hay personas eternas, también. Palabras y melodías eternas... Son perfectas, por eso son eternas. Son eternas porque el Tiempo ya no puede vencerlas. Eternas, porque siempre se presentan ante nosotros en su sencillez deslumbrante, indistintamente de cuánto hayamos cambiado nuestra mirada.

Posiblemente, también, son eternas porque cambian al mismo ritmo que nosotros, y por tanto no somos capaces de percibir los cambios. Eternas porque, seguramente, las contemplamos con lo más perfecto y eterno que late en cada uno de nosotros. En este caso, los observadores eternizamos lo que amamos; en este caso, quizás, podemos vencer al Tiempo.

Un abrazo

viernes, 16 de julio de 2010

Verdaderamente, nosotros

Querido amigo:

Hoy volveremos a sumergirnos en nosotros mismos. ¿Desde cuándo eres tú? ¿Cuándo fuiste tú por última vez?

Muchas personas toman vera conciencia de sí mismos cuando descubren que sus vidas tiene los días contados; que más tarde o más temprano, esto se acaba. ¿Cuándo surge esa pregunta?

Desde el día que nos alumbran, los seres humanos emprendemos un camino, largo camino de maduración. Las metamorfosis del cuerpo suceden en paralelo a las del espíritu. Emergen, progresivamente, las grandes cuestiones. Posiblemente, heredemos en nuestros genes tales preguntas sin certera respuesta. Nuestros tatarabuelos -por poner un ejemplo- también crecieron sembrándose el alma de las mismas dudas ante la vida.

¿Cuando somos nosotros mismos? ¿Los auténticos? Cuando vivimos satisfechos de cómo somos, cuando nuestra personalidad alcanza su zénit.

Otras personas creen experimentar esta "auténtica revelación de sí mismas" cuando sienten que la vida nada más puede ofrecerles. Hay quienes, en cambio, nunca sabrán quiénes son ni qué personalidad les impulsa. Hay quienes, habiendo conocido épocas de máximo apogeo de personalidad, evolucionan luego sin llegar a volverse a reconocer a sí mismos.

¿Y tú, querido amigo? ¿Ya sabes quién eres? ¿Eres feliz así? ¿Todavía no se ha forjado tu personalidad? No hay prisa. ¿Darías lo que fuera para volver aser como hace....?

Un abrazo

sábado, 10 de julio de 2010

Duendes

Querido amigo:

Nuestros destinos se rigen, en la mayoría de los casos, por circunstancias imperceptibles. Sin embargo, nos empecinamos en pensar que ha pasado un "duende" para explicar lo que no es otra cosa que una falta de atención.

Para empezar, aunque no lo parezca, a nuestro alrededor todo cambia. Nosotros mismos cambiamos: envejecemos, maduramos, amamos, dejamos de amar... Además, las personas también mutan, como las cosas; todo, lo vivo y lo no vivo (en español no hay un término para definir lo no vivo; ejemplo: una piedra no está viva, nunca lo estuvo, por lo que no podemos decir que una piedra está muerta).

Por otra parte, nuestra capacidad de percepción del mundo -como seres humanos- es muy limitada. Por ese motivo, se nos pasan por alto la mayor parte de los cambios que se producen a nuestro alrededor. Muchos de esos cambios acabarán por tejer nuestro futuro.

El hecho de que no los hayamos detectado a tiempo no quiere decir que tales cambios no hayan sucedido, por lo que achacaremos a la suerte, o al infortunio, los "azares" que experimentamos.

Un abrazo

jueves, 8 de julio de 2010

Limitaciones de la Palabra

Querido amigo:

Léeme con atención. Cuando nos encontremos (quién sabe, quizás alguna vez), mírame con toda tu alma, escúchame como si no hubiera nada más en la Tierra.... Yo haré lo propio contigo; aguzaré mis cinco sentidos para conocerte, para entenderte y penetrar en tu corazón.

Léeme como si me hallara delante de ti. Amigo mío, cuántos "ángeles" dejamos escapar cuando no escuchamos con el alma entera lo que nos cuenta nuestro prójimo; nuestra mente enseguida busca un reflejo, y se pierde en una cascada de distracciones.

Incluso cuando ponemos toda nuestra atención en las palabras de los demás, el mensaje no llega perfecto si no entregamos también el corazón. ¿Por qué? Amigo mío, nuestros idiomas, por muy desarrollados que estén, tienen sus limitaciones. Hay un lenguaje que no se entiende con palabras, sino que vuela en un gesto, en la vibración de una palabra, en un suspiro, en un levísimo parpadeo... ¿Me entiendes? Claro que sí, puedo sentir que has leído con toda el alma.

Un abrazo

martes, 6 de julio de 2010

Lenguaje Sensorial

Querido amigo:

Posiblemente, cuando los primeros homo sapiens se comunicaban a través de un primitivo código de gruñidos, los sentidos ejercían un importante papel transmisor. La observación de algunos primates nos confirma estas teorías. Los bebés, que no han aprendido aún a hablar, reconocen a sus padres por el olor, el tacto, la voz.

A medida que refinaban sus lenguajes hablados, las sociedades humanas han ido relegando al núcleo íntimo y familiar todo un lenguaje de sabores, olores y tactos. Hoy en día, sin embargo, algunas culturas albergan ciertos escrúpulos hacia este código no escrito. Los perfumes enmascaran el olor corporal, las personas evitamos rozarnos, evitamos –en algunos casos- mirarnos a los ojos… La buena educación y la higiene establecen un convencionalismo de “pudor”.

Piel, vello, músculos, huesos, órganos… El cuerpo humano, como el de otros seres vivos, se repite de unos a otros: mismos mecanismos fisiológicos; idénticos instintos… ¿Nos sorprendemos aún? El contacto físico no necesariamente ha de interpretarse como una transgresión de nuestra intimidad, sino como una entrega. Un abrazo, una caricia, un beso, un apretón de manos, un guiño, etc… nos acercan unos a otros, nos hacen sentirnos mejor y, si muchas veces, eludimos estos actos, es por complejos y falta de confianza en los demás.

Un abrazo

domingo, 4 de julio de 2010

Convivencia

Querido amigo:

La globalización ha reducido distancias entre pueblos y culturas antes lejanos. Personas de variados credos, costumbres y color de piel convergen en una misma sociedad. Mucha veces, la convivencia se dificulta cuando un colectivo se ofende al ver violados sus más sacros principios por otras personas de diferente cultura.

Las sociedades occidentales han construido un orden laico, basado en la igualdad de todo individuo ante la ley. En ellas, la ley no emana de un credo, sino que descansa en la razón. La ley, el legislador, asumen una autoridad ética que puede ser cuestionada por los credos.

En estos casos, hay personas que no se sienten englobadas en el marco de la ley, ya que ésta tolera lo que para ellas es inconcebible desde el punto de vista de una autoridad espiritual superior.

Planteado el conflicto, hemos de buscar el espacio común en el que todos -independientemente de credos, costumbres y razas- convivamos. En este ejercicio, hemos de esforzarnos por revisar una y otra vez cuanto "inconcebible" impide la armónica convivencia. En este sentido, ninguna ley ha de atribuirse una autoridad moral, de la misma manera que ningún credo exige la defensa a ultranza de nada que sea incompatible con la convivencia -salvo malas interpretaciones del credo-. El espacio común implica concesiones por parte de todos, a las que no se llega fácilmente. Hay muchos caminos, y al final de muchos aguarda los fantasmas de la xenofobia o de la "política correcta" más intolerante.

Un abrazo

Educación

Querido amigo:

Las sociedades modernas descansan sobre importantes pilares. Entre ellos, la educación es fundamental. La educación entendida como el derecho de todo ser humano a aprender cómo se organiza la sociedad de la que forma parte.

El aprendizaje, a su vez, cabalga a lomos del pensamiento y de la motivación. La memoria, sobre la que durante tantos años se ha forzado el aprendizaje, no sirve de nada si el pupilo no ha aprendido antes a pensar, si no se le motiva lo suficiente como para despertarle un interés por la materia objeto de estudio.

Aprender de memoria, sin razonar, además de una tortura para el estudiante, implica una pérdida de tiempo. Cuando se ha invertido el tiempo necesario, a través de juegos, para enseñar a pensar al alumno, sólo entonces éste, con la motivación adecuada, utilizará la memoria como herramienta, sin que el estudio se convierta en un trauma vitalicio que degenere en una aversión al conocimiento.

Amigo mío, habemos razones para sospechar que la falta de interés actual por la cultura radique en no haber enseñado a pensar, en no haber motivado, antes de forzar la memoria. Por haber malinterpretado la educación como una obligación en lugar de un derecho.

Un abrazo