jueves, 11 de noviembre de 2010

El primer amor

Querido amigo:

¿Te acuerdas? Hace ya muchos años, una tarde de primavera. El abuelo iba en manga corta y tú y yo, todavía mozuelos, sentíamos frío. Tú estabas triste porque acababas de perder tu primer amor. Al verte tan compungida, el abuelo se quedó ausente por unos instantes... el primer amor, el primer amor nunca se olvida... pasan los años, un día te cruzas con él y sientes temblar el piso bajo tus pies...

Preguntaste al abuelo cómo se llamaba su primer amor, y él evocó un nombre... María..., se llamaba María,... pero ya ha pasado mucho tiempo de aquello. Éramos casi unos niños. No lo comprenderíais. No me gusta hablar de eso.

¿Te acuerdas?

La semana pasada saqué a pasear al abuelo por el parque. El pobre ya no tiene memoria y tan sólo habla de su más temprana infancia. Recuerdo que el parque estaba alfombrado por la primera colcha de hojarasca del otoño. Esta vez, era yo quien llevaba manga corta y el abuelo quien tenía frío.

Nos sentamos en un banco, le tomé la mano para calentársela entre las mías. En el banco de enfrente se sentó una muchacha, que me recordó a ti, que llevaba del brazo a otro abuelico. Fue entonces cuando sentí temblar la mano del abuelo, y calor, mucho calor... Se había quedado como embobado, mirando fijamente a la pareja que formaban el abuelo y la muchacha sentados justo enfrente. Confieso que me asusté por unos instantes. Sientes temblar el piso bajo tus pies... recordé.

Al cabo de unos minutos, la muchacha se puso en pie y con incomparable dulzura le dijo a su abuelillo... ande, señor María, no sea perezoso...

Un abrazo

1 comentarios:

Una astrofísica por el mundo dijo...

:-)
Me encantan tus mini-relatos...

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