jueves, 29 de abril de 2010

Nombres

Querido amigo:

Las culturas brindan gran importancia al nombre; éste es una bendición y una premonición de lo que llegará a ser el niño al madurar.

Define tu forma de ser, destaca algo tuyo, de tu carácter ¿qué nombre te pondrías? Tu verdadero nombre. Tú decides el idioma, la sonoridad y poesía de tu propio nombre. De la misma manera ¿cómo llamarías a tu plato preferido? ¿y a tu pueblo? ¿tu casa? Amigo mío, pongamos a trabajar la fantasía. Al rebautizar cuanto nos rodea, estamos interiorizándolo, haciéndolo un poquico más nuestro (el Paseo del Beso Añorado, mi amiga Agua, mi amigo Cereal, etc...). Es una ejercicio de imaginación, no se trata de motejar -ni burlas, ni ironías-, sino de profundizar en la esencia del mundo. No es fácil ¿verdad?

A tenor de esto, imaginando nuevos nombres, cada uno de nosotros lucirá su propia e íntima lógica. Rara vez coincidiremos al renombrar a alguien o a algo. Aquí, mi querido amigo, reside lo maravilloso, que hay tantas percepciones del mundo como personas… ¿todas buenas? Esa es otra cuestión, dirimir entre lo correcto y lo incorrecto.

Un abrazo lógico, desde el Palacio Etéreo.

miércoles, 28 de abril de 2010

Premios

Querido amigo:

Con anterioridad ya hemos reflexionado sobre cómo ayudamos a progresar a la sociedad. Una sociedad en la que nos fundimos –como uno más-, pero en la que somos importantes –cada uno a su manera-. Una sociedad donde se aúnan las responsabilidades y necesidades de cuantos la conformamos. Una sociedad autocrítica que puede, y debe, evolucionar.

Nuestra labor, a veces sorda, ayuda a los demás ¿verdad? Sea lo que sea que hagamos, hemos de embellecerlo con nuestra ilusión. Muchas veces nuestras labores son mudas y nos satisfaremos en el deber cumplido, sin esperar reconocimiento de los demás. Otras veces, nos premiarán por nuestro empeño.

Los premios, querido amigo, sobran. No podemos obrar con la mente y el corazón puestos en un futuro galardón, sino amando lo que hacemos, lo que seguiríamos haciendo aunque nadie nos premiara por ello. Si sólo buscamos el premio en lo que nos dedicamos, es preferible mudar de ocupación y consagrarse a otra actividad. La vanidad no beneficia ni a la sociedad ni a nosotros.

Un abrazo.

jueves, 22 de abril de 2010

Fisiología

Querido amigo:

Los ambientes influyen en las personas. Así, el desierto despierta emociones y necesidades distintas a las de un jardín primaveral. En el desierto sudamos, y su paz puede llegar a desorientarnos; en un barrio populoso, podemos agobiarnos con el frenético ir y venir, el ruido o la falta de espacio.

Hay ambientes que invitan a la meditación, con su nostálgica calma, y otros que nos acucian con su frenesí. En ambos, desplegamos diferentes actitudes. Además, igual que sudar es una necesidad fisiológica en el desierto, hay otras necesidades “fisiológicas”, de corte más “psicológico”, según qué entornos. En la incomodidad aneja a una situación agobiante –como una calle muy transitada, un atasco, una interminable espera, un ritmo laboral etc…-, experimentamos la imperiosa necesidad de aliviar presión “psíquica”. En estos casos, a veces, podemos desplegar actitudes menos cívicas.

No pretendemos justificar la hipocresía o las actitudes inciviles, sino ayudarnos a comprenderlas un poco mejor, y a dispensarlas. Vistas como “necesidades fisiológicas”, como consecuencias del ritmo de vida que llevamos, estas actitudes descubren las raíces de los problemas de toda sociedad. Hemos de actuar sobre estas raíces, y no contra las personas.

Un abrazo.

miércoles, 21 de abril de 2010

Pilares

Querido amigo:

A riesgo de incurrir en un tópico: ¡Qué poco valoramos las cosas más importantes! Nos percatamos de ellas cuando las hemos perdido y las extrañamos.

¿Cuáles son los pilares de tu vida? Seguramente, los mismos que inspiran a otras personas. En lo esencial, todos compartimos los mismos sentimientos.

Amigo mío, lo mejor que nos puede ocurrir es amar aquello que es tan importante. No esperemos a perderlo para valorarlo. Eso sí, hemos de tener muy claro qué cosas son esenciales para nosotros. Lo demás, tiene una importancia relativa.

A fin de cuentas, lo esencial va unido a un sentimiento. Amigo mío, los rostros, las voces, las palabras, los colores, los momentos… los recuerdos en general acaban por disolverse en el suero de la memoria. Los sentimientos, sin embargo, permanecen intactos; porque pertenecen a una esfera muy íntima de cada uno de nosotros –poéticamente hablando, pertenecen al corazón-, y sólo crecen con el curso de la vida.

Un abrazo.

martes, 20 de abril de 2010

Carpe Diem

Querido amigo:

¡Carpe Diem! ¿Te suena verdad? ¡Vive el instante!

Hay algo en el Carpe Diem que me estremece. Por una parte, se me antoja que Carpe Diem niega el futuro, la posteridad, ciñéndose sólo al instante. Por otra parte, Carpe Diem, al negar el futuro, invita a la satisfacción inmediata del placer, sin importar sus consecuencias postreras. Carpe Diem, aquí y ahora. Así interpretada, Carpe Diem nos persuade de esforzarnos en nada pues, al fin y al cabo, todo esfuerzo es vano ante la brevedad de la existencia. Esta fórmula, que a tantas personas inspira, puede justificar una actitud materialista y egoísta.

Si Carpe Diem significa tomar conciencia de la vida, instante a instante, con su alegría, su dolor y sus sentimientos, Carpe Diem no puede enaltecer el egoísmo. En este sentido, Carpe Diem ensalza la intensidad, el valor intrínseco del instante, un instante que pertenece a todos, no sólo a uno mismo. Hay cierto misticismo en esta visión del Carpe Diem.

Un abrazo

lunes, 19 de abril de 2010

Progreso y Renuncia

Querido amigo:

A lo largo de este tiempo, hemos reflexionado brevemente sobre muchas facetas de lo humano. Hemos comprendido que tenemos por delante un Progreso indefinido. Aquí está la clave de lo que te propongo hoy: ¿Qué Progreso? ¿El Progreso hacia la convivencia, el respeto, la generosidad… la paz?

¿Es este el Progreso al que aspiramos? ¿Cómo quisiéramos vivir? ¿Cómo quisiéramos que fuera el mundo? Amigo mío, no me siento capaz de responder, porque nuestra idea de Progreso no tiene por qué coincidir con la de otras personas.

Tal vez, amigo mío, la idea de Progreso anida en cada uno de nosotros, hermanada con la idea de Renuncia. Todo Progreso implica un cambio, implica a una Renuncia. ¿A qué estamos dispuestos a renunciar?

Un abrazo

sábado, 17 de abril de 2010

Héroes

Querido amigo:

La Historia evoca a sus héroes. En verdad, todos hemos sido héroes alguna vez en nuestras vidas; pero héroes anónimos, no reconocidos.

Vayamos por donde vayamos, pasaremos sin percatarnos delante de las huellas silenciosas de algún acto de coraje y entrega desinteresada. Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio monumento, sin duda.

Las grandes gestas son obra de muchos, aunque sólo se conmemore a unos pocos. Sin embargo, nuestras pequeñas grandes gestas anónimas, amigo mío, a nuestra limitada escala, son equiparables en coraje y desprendimiento. En aquellos instantes, sentimos la plenitud.

Ahora, amigo mío, observemos el mundo que nos rodea. Hagamos valer nuestro coraje desinteresado. Aunque este pérfido sistema en el que vivimos nos ignore, nuestros actos no pasarán en silencio.

Un abrazo.

viernes, 16 de abril de 2010

Música

Querido amigo:

La música es un lenguaje misterioso, pero universal. No hay cultura sobre el planeta que festeje sin música los acontecimientos más importantes en la vida de las personas. La música transmite alegría, nostalgia, melancolía, acción, suspense, tristeza, etc… Afecta a todas las criaturas que pueden oír, no sólo a los seres humanos –la música amansa a las fieras-.

Misterioso lenguaje, querido amigo, del que sólo conocemos su fundamento físico (ondas mecánicas a través del aire), pero no el espiritual. En efecto, hemos inventado instrumentos que armonizan amplias texturas de sonidos, pero ignoramos lo verdaderamente transcendente de escuchar o interpretar música: penetrar en el alma. Cuando silbamos, cantamos, tocamos un instrumento… transmitimos más de lo que nuestros gestos y palabras puedan expresar. La misma melodía suena diferente según nuestro estado de ánimo.

Un abrazo en fa mayor.

jueves, 15 de abril de 2010

Pensar

Querido amigo:

No paremos de pensar. Si no estamos dormidos, estamos pensando. Pensar, pensar... Cavilar, cavilar... La vida se ralentiza, redescubrimos el mundo a nuestro alrededor, un nuevo significado para los acontecimientos, detalles vivos que revelan misterios que hasta ahora habíamos ignorado...

Comprendamos, cuestionemos hasta las últimas circunstacias, desde la primera a la última causa. Pensemos y pensemos hasta caer rendidos al final del día, y que el alba nos reciba con el cerebro en marcha.

Nada hay más exclusivamente humano que el pensamiento. Amigo mío, ante el inexorable paso del tiempo -los días, las semanas, los años, los lustros... pasan como un suspiro- el único consuelo que nos queda es el haber gozado cada instante de vigilia, bien amando, bien razonando.

Un abrazo.

miércoles, 14 de abril de 2010

Arraigo

Querido amigo:

¿Tú también ves cómo avanza la desilusión a nuestro alrededor? ¿Qué está pasando? Falta confianza, nos estamos cansando de luchar.

Las tempestades siempre arrastran primero todo lo que carece de cimientos o raíces. Arraigar, hechar raíces en algo -un lugar, una devoción, una labor- nos fortalece ante los vientos de un sistema deshumanizado, cuyo poder de destrucción anímica y material parece no conocer límites.

Sin embargo, amigo mío, nosotros hemos de resistir ¡nosotros pondremos coto a la deshumanización! ¡Raíces, amigo, raíces! No se lucha por lo que no se ama. Cuanto más nos hinquemos en la tierra, más la amaremos, con sus virtudes y defectos.

Amar a nuestras raíces es el mayor homenaje que podemos tributar a las generaciones pretéritas y futuras. Sentir que somos parte de un todo que ha de sobrevivir a los azotes de la Historia, y rebrotar fortalecido.

Un abrazo.

martes, 13 de abril de 2010

Hipocresía

Querido amigo:

Observemos atentamente a nuestro alrededor. Observémonos a nosotros mismos. Imaginemos que nos estamos viendo desde lo alto, y que nos elevamos lentamente. Poco a poco, a medida que nos distanciamos, vamos empequeñeciendo a nuestros imaginarios ojos. Alejándonos más aún, quedará pequeño el lugar donde nos encontremos, nuestro entorno, los edificios, los árboles, aparecerán nubes, etc… hasta que nos hayamos abstraído tanto que ya ni siquiera podamos distinguirnos.

Desde tal vertiginosa altura, se altera la percepción de la importancia de nuestros problemas. Sustraernos de nosotros mismos para observamos desde los ojos de un observador imparcial ayuda a conocernos un poco mejor.

Lo que verdaderamente marca la diferencia es que, al reconocer nuestros defectos, hagamos algo por mejorar. La hipocresía tiene muchas caras, pero las más hiriente es la indiferencia ante nuestros defectos, mientras que criticamos los defectos de los demás. La hipocresía es una forma de mentir –lo peor es que nos mentimos a nosotros mismos. Por esa razón, por no mentirnos a nosotros mismos, debemos luchar contra nuestra propia hipocresía. De nuestra lucha personal se beneficiará el conjunto de la sociedad.

Un abrazo.

lunes, 12 de abril de 2010

Conversión

Querido amigo:

Reza “Hoy es el primer día de tu vida”. El proverbio incita a la conversión; a tomar conciencia de la vida; a moldearnos para lograr nuestros sueños; a abandonar el pasado y despertar como nuevas personas.

Amigo mío, adoro las historias de conversiones, porque rezuman una esperanza contagiosa. Asumir que algo no va como desearíamos implica mucho, mucho. Significa que somos autocríticos y reconocemos que estamos errando; que tenemos claro cómo y qué deseamos ser; que confiamos en nosotros mismos; que tenemos el coraje para intentarlo; que nos ilusionamos; que rejuvenecemos el alma; que estamos dispuestos a esforzarnos –intelectualmente, físicamente- en lograr nuestros sueños.

Desear una conversión nos humaniza, porque implica conocernos mejor, con nuestros puntos débiles y puntos fuertes. Otra vez, amigo mío, tomamos conciencia de nuestra vulnerabilidad.

Cada mañana, empezamos de nuevo. Vale la pena intentarlo, desde hoy y desde ahora mismo.

Un abrazo.

domingo, 11 de abril de 2010

Tensión

Querido amigo:

¿No te parece que la Historia se parece a una cuerda en tensión hacia el futuro? ¿En tensión? Sí, la cuerda de la Historia debe estar en tensión para que todos caminemos por ella, siempre en equilibrio; en un complejo y extraordinario equilibrio.

A veces ha sucedido que la cuerda se ha destensado. Han sido momentos de retroceso en la Historia. La cuestión radica en que la Historia evoluciona y evoluciona, y siempre que se ha destensado, siempre que la cuerda se ha quedado lacia, se han producido luego fuertes tirones que han sacudido a toda la Humanidad (las Revoluciones). En los tramos lacios es imposible guardar equilibrio alguno, y los pueblos caen.

Querido amigo, observemos a nuestro alrededor, como parte misma de la Historia, por dónde se puede destensar la cuerda. No lo permitamos. Amigo mío, erijámonos en conductores de la Historia, mantengamos la tensión necesaria para que el mundo entero se equilibre. Más tensión , cada vez más... siempre más, más y más... ¿se podrá quebrar la Historia? Si se tensa demasiado rápido podría cortarse la cuerda, y el retroceso nos despediría a todos por los aires.

Un abrazo, en tensión.

miércoles, 7 de abril de 2010

Sin Puertas

Querido amigo:

En el día a día, exhibimos más o menos de nosotros mismos según con quien tratemos. Cada uno de nosotros poseemos un “yo” público y un “yo” íntimo.

El “yo” íntimo es muy complejo. Es difícil llegar a conocerlo, siempre nos sorprenderá. Son los valores, opiniones, temores, esperanzas, sueños, ilusiones, etc…

Sin embargo, cada día muchas personas que no nos conocen sólo ven de nosotros lo que nuestro “yo” público muestra. Para los buenos observadores, nuestro “yo” público dice mucho más de nosotros de lo que imaginamos. Nuestro “yo” público ofrece un reflejo del “yo” íntimo, así como de otros factores externos.

Querido amigo, el lugar donde residimos termina por impregnar –en mayor o menor medida- nuestro carácter. Hay lugares siempre con prisa y otros, sin embargo, en calma. Hay lugares alegres, y otros que invitan a la melancolía. Nuestro “yo” público no es indiferente al ruido, a las aglomeraciones, … o al silencio y la soledad.

Vivimos de puertas adentro y de puertas afuera. Lo ideal, amigo mío, es que no hubiera puertas. Un cálido abrazo.