Querido amigo:
La Historia evoca a sus héroes. En verdad, todos hemos sido héroes alguna vez en nuestras vidas; pero héroes anónimos, no reconocidos.
Vayamos por donde vayamos, pasaremos sin percatarnos delante de las huellas silenciosas de algún acto de coraje y entrega desinteresada. Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio monumento, sin duda.
Las grandes gestas son obra de muchos, aunque sólo se conmemore a unos pocos. Sin embargo, nuestras pequeñas grandes gestas anónimas, amigo mío, a nuestra limitada escala, son equiparables en coraje y desprendimiento. En aquellos instantes, sentimos la plenitud.
Ahora, amigo mío, observemos el mundo que nos rodea. Hagamos valer nuestro coraje desinteresado. Aunque este pérfido sistema en el que vivimos nos ignore, nuestros actos no pasarán en silencio.
Un abrazo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario