Querido amigo:
Dos grandes fuerzas litigan nuestros destinos: el amor y el miedo.
Hagamos un balance: el amor nos une y hace sentir bien, aunque a veces nos haga sufrir; mientras que el miedo nos separa, nos hace sentir mal y, además, siempre nos hace sufrir.
No debemos confundir la prudencia con el miedo, ni al contrario. Seremos prudentes y valientes al mismo tiempo, paro luchar contra el miedo. Es una batalla personal, y también es una batalla por aquellos, quienes nos rodean, que puedan ser víctimas del miedo.
El miedo es origen de casi todos los males que castigan a la Humanidad. Envidias, celos, rencores, inquinas, .... son diferentes caras del miedo, del terror.
Amemos, querido amigo, para ser libres.
Un abrazo desde el Pueyo.
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