Querido amigo:
El poder es un deber, no un privilegio. Es una responsabilidad, no una oportunidad. El poder es la capacidad para tomar decisiones al servicio de una idea: la unión, la paz, la igualdad, la armonía, el equilibrio, la solidaridad, la comprensión, el perdón, la honradez, la sinceridad, etc... ¿no es una gran responsabilidad?
Por tanto, no importa tanto quién toma la decisión, sino la idea a la que sirve. El poder es responsabilidad de todos nosotros, ya que en nuestras manos reside el espíritu de comunidad y de justicia, por encima de intereses particulares, de manera que quien haya de tomar decisiones por el conjunto, no tenga duda alguna de que la decisión que, con nuestra actitud individual hacemos que forje la Razón, es la decisión adecuada.
Si somos conscientes de nuestra responsabilidad frente al conjunto, ejercemos nuestra parte de poder, decidimos y construimos una comunidad donde hay cabida para toda la diversidad de gustos y opiniones.
Un abrazo, poderoso amigo.
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