Querido amigo:
Es un placer sentirte tan próximo.
Puede que te preguntes por qué sé que estás aquí, compartiendo un poco de tu vida conmigo, si no te has anunciado. Querido amigo, a veces sobran las palabras cuando los sentimientos corren de una persona a otra, por vías que no vemos ni tocamos, sino que sentimos.
Tú y yo nos comunicamos en este mismo instante, aunque la fecha al pie de esta reflexión te indique que escribí estos párrafos en el pasado. Sin embargo, ya entonces, te sentía cerca. Te siento cerca. Ese vínculo entre nosotros de hoy y ahora ya existía antes de saber el uno del otro, y existirá siempre.
No busques una explicación física. Amigo mío, no hay hilos telegráficos entre tú y yo, ni cables de datos, ni ondas de radio. Las personas podemos comunicamos sin palabras. ¿No has sentido alguna vez la llamada de alguien lejano, o que conociste hace mucho, o que aún no conoces? Tú mismo me llamas ahora, en este instante.
Nos hablamos sin palabras porque hay un idioma que compartimos todos los seres humanos, porque forma parte de nuestra naturaleza, aunque no siempre lo empleemos.
Te invito, os invitamos, os invito a comunicarnos. Sólo, seamos más humanos.
Un fuerte abrazo, desde el Pueyo.
martes, 2 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
La comunicación es un gran misterio que vence la sensación de soledad y da sentido. Con tu blog tratas de conectar con un lector que no conoces, porque a mí no me conoces, te animo a que sigas escribiendo, un saludo
Publicar un comentario