jueves, 21 de octubre de 2010

Enamorarnos

Querido amigo:

Hay más de un estudio científico que relaciona el enamoramiento con la generación de sustancias en nuestro cuerpo que nos provoca felicidad, bienestar y gran optimismo. Incluso hay ensayos médicos para replicar la exultación del enamoramiento en pacientes que requieren una buena dosis de energía para superar sus males. El amor, junto al miedo, las dos fuerzas que rigen nuestros destinos.

Amigo mío, cabe preguntarnos si podemos enamorarnos sin percatarnos de ello conscientemente. Cuántas veces habremos sentido acelerarse nuestro pulso, unas irresistibles ganas de sonreír o una avalancha de bienestar ante la presencia de cierta o ciertas personas, sin sospechar que nos hemos enamorado íntimamente de ellas. De ser así, se comprendería el dicho de que el amor es ciego, que no distingue sexos, edad, razas, etc... Comprenderíamos que podemos sentir un flechazo, porque hay todavía mucho en nuestro corazón y nuestra mente que escapa a nuestro control racional.

No hay que mezclar estos enamoramientos con la atracción sexual, que también escapa a nuestro control. En efecto, podemos enamorarnos del autor de una carta, del compositor de tal canción, cuya lectura o escucha nos encienden de pasión. Se trata de un amor que ni siquiera reconocemos conscientemente, porque pertenece a esferas tan íntimas que no puede reflejarse en pensamientos, ni en contactos físicos como el amor de pareja.

Amigo mío, vive tan enamorado como puedas, que la vida te parecerá diferente, que brillarás iluminando a los demás, que vivirás plenamente. Enamorarnos sin saber que estamos enamorados... suena bien.

Un abrazo

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