lunes, 11 de octubre de 2010

Un Deber con la Sociedad

Querido amigo:

Como ciudadanos, tenemos el deber de ser felices. Nuestra felicidad honrará a nuestros conciudadanos; el mejor homenaje que podemos tributarnos.

No obstante, nuestra sociedad aún tiene mucho que evolucionar hasta alcanzar la plena felicidad. Somos seres humanos, débiles y vulnerables, que tenemos el derecho a la tristeza. Resulta harto difícil alegrar el alma ante el dolor, la muerte o la calamidad. Superar las adversidades significa asumir nuestra debilidad y vulnerabilidad, y pese a ellas, aspirar a la felicidad.

Sin embargo, como todas las utopías, la sociedad feliz tiene su fondo de realidad: el futuro será testigo del nuevo ciudadano, capaz de quebrar la disyuntiva entre el derecho a la tristeza o a la felicidad, para gozar de ésta última; para gozar de la libertad.

Entonces, amigo mío, descubramos cada uno cómo evolucionar hasta devenir en nuevos ciudadanos con nuestros felices deberes hacia el prójimo.
Un abrazo

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