Querido amigo:
¿Quién pierde? ¿Quién gana? No va más... Gira la vida, par y negro, rojo impar, ... como una ruleta en la que, más tarde o más temprano, lo perdemos todo. Todo...
Amigo mío, parafraseando a los cómicos del teatro: en la vida ni se pierde ni se gana, sino todo lo contrario. No va de suertes esto, no nos jugamos los sentimientos a cara o cruz. Amigo mío, nosotros somos perdedores natos...
Tenemos madera de perdedores, se nos luce a la legua... porque en una carrera esperamos al farolillo rojo para llegar juntos a la meta; porque siempre animamos al débil frente al fuerte; porque todos dicen que no tenemos los pies en la Tierra; porque desdeñamos la victoria si ésta amenaza nuestros principios... ; porque confiamos en la palabra de los demás; porque siempre damos otra oportunidad a quienes se equivocan; y por muchas bondades más, somos perdedores.
Amigo mío, nadie nos verá llorando por perder, sino felices, para exasperación de los "ganadores". En la victoria y en la derrota aflora lo mejor o lo peor de nosotros. Eso sí, perdedores natos como somos, la batalla final y definitiva siempre nos sonríe a nosotros.
Un abrazo
jueves, 28 de octubre de 2010
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