Querido amigo:
¿Dónde nos hemos equivocado? Si nos preguntamos esto es que reconocemos que nos equivocamos.
Hay sociedades donde el error es un estigma que marca a las personas de por vida. En estas culturas, las personas difícilmente reconocen sus errores, por lo que estos perduran y perduran, afectando incluso a la convivencia. Es más, las personas se cohíben a la hora de actuar por miedo a fallar, por lo que en estas sociedades impera una inoperancia que bloquea todo progreso.
Otras culturas más abiertas consideran el error como parte del proceso de maduración. “Rectificar es de sabios”, dice el proverbio. Todos nos equivocamos ¿qué hay de malo? Por supuesto, hay errores y errores. Errores que se pueden corregir, y otros que no. En cualquier caso, la autocrítica siempre contribuirá a mejorar la situación, siempre que aprendamos de los errores.
Amigo mío, el error esta ahí y hemos de convivir con él, no negarlo. Los individuos y las sociedades sólo progresan cuando enmiendan sus errores.
Un humilde abrazo.
jueves, 25 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
Cómo cambia todo cuando uno se para a pensarlo un poco, la autocrítica supone dar un paso atrás, la mayor de las veces, evitando así pisar al de delante, una práctica sana y muy difícil.
Publicar un comentario