viernes, 12 de marzo de 2010

Somos sentimientos

Querido amigo:

Las personas recordamos muy bien emociones y sentimientos. Otras cosas, como fechas, números, hasta nombres, etc… puede que fallen, pero siempre permanecerán grabados en nuestro corazón los sentimientos asociados a ciertos momentos de nuestra vida.

Es curioso, por ejemplo, que cuando cumplimos muchos años, revengan los recuerdos de la niñez. Tal vez porque de niños teníamos una gran capacidad de asombro –¡descubríamos la vida!-, y porque la inocencia nos protegía en mayor o menor medida de casi todo lo malo que nos rodeaba. Tal vez por eso que, en el invierno de la vida, revivimos nuestro asombro e inocencia.

Es curioso también que guardemos como un tesoro las cosas más sencillas que nos han dado. Una carta, un beso, ese consejo que esperábamos, una flor, una piedrecica, un poema, un cuento, un dibujo, una canción, una caricia, una sonrisa, una mirada, un chiste, un abrazo, una puesta de sol, etc… Somos las personas, amigo mío, un recuerdo detrás de otro, con un sentimiento en cada recuerdo. Somos sentimientos.

Todo esto, querido amigo, sucede si nos inspira un sentimiento profundo, y si no, no sucede. Sin sentimientos, otros regalos que nos hayan hecho en la vida, generalmente más materiales y complejos, caen irremediablemente en el olvido. Sorpréndete….

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