Querido amigo:
La Inmortalidad, un sueño tan antiguo como la propia Humanidad. Aún en nuestros días seguimos buscando la Fuente de la Vida, cuyas aguas rejuvenecen cuerpo y alma, por los siglos de los siglos.
¿A qué tanto tememos? ¿A ser olvidados? Es posible, amigo mío, que el futuro sólo recuerde algunos nombres ilustres, pero nosotros reviviremos en cada poema, en cada canción, cada vez que el viento sonría, etc... porque detrás de las grandes obras late toda una época, y cada uno de nosotros ha dejado su huella en la arena de la Historia, y no hay viento ni marea que se las lleve por completo.
¿A qué tanto tememos? Evoquemos, querido amigo, todo aquello por lo que no pasaremos, todo aquello que nos hace inmortales. Somos parte del Tiempo, que no tiene principio ni fin...
Un abrazo.
domingo, 21 de marzo de 2010
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1 comentarios:
Supongo que será el miedo a no existir, ahora estás aquí y otro día no estás y alguien tiene que recoger las cosas que no volverás a usar, los utensilios de alguien que ya no existe. A veces, leyendo, parece que recuperamos a los que se fueron, han dejado su impronta, es una manera de trascender, de sobrevivir, un abrazo
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