domingo, 7 de marzo de 2010

Sinceridad

Querido amigo:

¿No te has preguntado alguna vez tu posición ante la vida? ¿La vida te ha llevado a ser lo que eres, o fueron tus propias decisiones quienes dibujaron tu destino?

Nadie ha elegido su nacimiento. No se puede decidir el lugar, ni los padres, ni el color de los ojos, etc... Uno nace, sin más. A partir de ese momento, empezamos a tomar decisiones.

Querido amigo, tú y yo vivimos porque tenemos una misión en la vida. ¿Cuál? Bien, sea cual sea nuestra misión, ésta carecerá de todo sentido si no se acompaña de una sincera intención de servir a los demás.

Esa sinceridad, esa pureza en nuestros actos, significa que obraremos libres de hastío, libres de intereses; significa que somos libres, que damos sentido a la vida, y que mil veces que naciéramos, actuaríamos de igual manera. Y, amigo mío, esa sinceridad depende de nosotros, pues nace con nosotros y sólo nosotros podemos decidir sobre ella.

Un abrazo.

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